martes, 18 de junio de 2013


SUEÑO

Me gusta sentir
como el sueño encandila
mis ojos

captar ese instante
en el que el tiempo 
usurpa al tiempo

su memoria.

Me gusta adivinar
cuando habrá de detraerla  
--de su propio sueño--
para perderla
--durante un instante--
en un instante 
diáfano
y así lograr desconstruir los recuerdos
en simples pretéritos.

Me gusta acariciar
su alma ecléctica, desarraigada

penetrar en lo más profundo
de su calma

robar la inconsciencia
que inconscientemente atesora
en su palabra.

©Concha González.
Imagen propia©

domingo, 9 de junio de 2013



LA HORA

Esta es la hora
de los juegos despistantes,
de la egregia mentira,
de las similitudes indeclaradas e indeclarantes.

Quién habrá de asomarse a su puerta
para ver partir
su propio lado miserable.

Quién luchará (a muerte)
contra su propia personalidad inapropiada.

Quién fagocitará el orgullo.
Quién fagocitará su propio orgullo.

El albor de las mañanas
comenzó a lucir opaco
bajo la suciedad de los ojos.

Los vientos arrecian iracundos
(en una impretendida sensación atribulada)
contra la calma.

Los silencios transforman su bella melodía
en  hipocresías desentonantes y desentonadas.

Esta es,
la hora de los juegos despistantes,
la hora de la  egregia mentira,
la hora de las  similitudes indeclaradas
la hora de las similitudes indeclarantes.

Esta es la hora.

Concha González©
Imagen propia©

lunes, 3 de junio de 2013

Puede



PUEDE

Qué típico de ti
dejar con la última palabra
mis labios rotos.

Puede
que el silencio 
asido a la fiel costumbre de acallar
los combates de tu parecer
comenzase a pensar por ti
y para ti.

Puede
que escondido 
tras su tonada incomprensible
abogue por el derecho
a la comprensión.

Puede 
que redundando en su defensa
 abogue
por una de esas comprensiones
enmascaradas de sutileza
de melancolía 
de adicionadora y esperanzadora tristeza.

Puede que 
ahora
la mente permita a tu boca
practicar el duro ejercicio 
de la voz despronunciada

porque
puede que ayer
fuesen tus labios los rotos

porque 
puede que ayer
fuese por tus labios rotos
por donde se escapó
la palabra.

©Concha González.
imagen propia©