El ángel.
Desaparecer un trozo de mi cuerpo
hasta despegarse la letra y la palabra.
Alejarse
hasta que la vuelta de la esquina
te nombre
repetidamente
como un ahogado eco
que aún respira
insuficientemente
y regrese a ti de nuevo
toda voz
todo silencio
y solo tú escojas
que ausencia retratar
entre los labios.
¿Acaso un ángel habrá
de aparecerte
de acercarte
a esta lluvia de llantos
de otro modo diferente?
©Concha González.
No hay comentarios:
Publicar un comentario