miércoles, 30 de diciembre de 2015
No ha ser lejos
Busco un espacio
en el que desaparecer
ayer
y aparecer
mañana.
Busco
un hoy escueto
adherido a los aires de la vida
descarado
sin preámbulos
donde calmar la urgencia
no sea cuestión de pausas
donde pueda volar silencios
hacia la voz disparatada.
Un hoy disperso
donde nada se interponga
entre el tiempo mantenido
donde no se derramen estériles recuerdos
y vacíos.
Un hoy así
busco.
Alguien dijo:
no ha de ser lejos ese lugar
dijo
mientras se resignaba a ser
tan solo voz.
©Concha González
lunes, 7 de diciembre de 2015
HABLEMOS
HABLEMOS
No te encontrabas presente
cuando me hablaste.
De no haber sido así
yo
no te habría escuchado,
porque sé de tu voz
alcanzando mis silencios imprudentes,
sé de tu voz
por mi imprudencia,
sé de tu voz
por el arrobado desconocimiento
de hembra hambrienta.
Escucha
ahora que ya no estoy,
escucha
mi voz horadando
tus silencios imprudentes;
quizás aún
tengamos algo
que decirnos,
quizás solamente así
tendremos algo
que decirnos.
©Concha González.
sábado, 21 de noviembre de 2015
PENSAMIENTO
La mirada
huérfana y perdida
deambula cansada
por los inhóspitos caminos
de la nostalgia.
Surgen, a veces
a través de los pesados párpados
una intención, algún amago empañado
de inexcusables ausencias
y, se despierta la duda, una vez y otra
de su sueño intermitente
la duda
una y otra vez.
Cúal sera mi lugar, al fin.
Cómo mi cielo.
©Concha González.
lunes, 2 de noviembre de 2015
He de reducirme
al baile de los lobos
(un) paso sin más preludio
que el rojo
de la sangre
sin otra expiración
que el rojo
de la sangre
siempre presente
de un modo
u otro
acaricia
mi mano (in) conforme
con su pegajoso tono
imposible de obviar
con la mirada
su pegajoso tono
que siempre permanece
hasta concluir
el grito
hasta
concluir
de un modo
u otro.
©Concha González.
miércoles, 14 de octubre de 2015
sábado, 19 de septiembre de 2015
LA
ONDA EXPANSIVA
Huye de la voz
que proclama la justicia del tirano
desde el púlpito de los Dioses
sintiéndose un
Dios,
hablando como un
Dios,
servido como un
Dios,
coaccionando para ser atendido
entre profanas
doctrinas,
insistentemente
en las calles, en los coches,
en las plazas reservadas
por sus perros sin raza,
e incluso,
en el hogar del crédulo
y del indeciso.
Huye de la voz que
sobrevive reclutando
cuerpos disciplinados,
cerebros
disciplinados,
adeptos disciplinados,
huye de esa voz,
porque
el hombre siempre
ha demostrado ser
lobo o rebaño,
juzgador o juzgado,
propiedad o propietario.
Más luego, en lugar a parte,
encerrados en sus propios mundos de ficción,
viven, ajenos a toda esperanza de rescate,
los soldados (sus soldados),
la tierra de la honra (su tierra),
comprados y compradas por la causa (su causa),
zainos,
hipócritas, enchufados,
correveidiles, apunta espaldas,
zancadilleros profesionales, cuervos negros,
lugareños envidiosos,
porta velas oficiales ,
drogadictos del dinero, del sillón
y de despacho
(siempre deshaciéndose en halagos)
y, también
y sobre todo,
y ante todo,
insisto
en lugar aparte,
el botín del traicionado.
Huye de la voz
que proclama la justicia del tirano,
pues te impide escuchar
la palabra del que habla,
el llanto del
necesitado,
la franca risa del libre,
el canto limpio del desadeudado.
Huye
del que promete sujetarte
ante un abismo imaginado
para luego guillotinar
tus manos
y desprender al vacío tus sueños,
y convencerte,
(mientras te
estampas contra el obstinado suelo)
de estar bien remunerado.
Huye compañero, huyamos,
antes de que su onda expansiva
alcance nuestros fracasos,
que ya el hedor de sus bocas putrefactas
ha comenzado a penetrar los sentidos
del huido,
y no hay puerta, no hay tierra,
no hay vida,
a salvo
y yo,
compañero,
no quiero ser reclutado.
Yo, compañero,
te quiero en mí mismo bando.
©Concha González.
Muralla de León. Imagen propia©
lunes, 24 de agosto de 2015
RECAPITULACIÓN
RECAPITULACIÓN
adivinar
los aromas de las sombras
previamente a su presencia
acusadora
deambular
por el altillo de lo efímero
sin que su chasquido
derrumbe las paredes
del destino
descansar
descansar
en la quietud de las noches claras
en la inquietud de los oscuros días
en la dignidad del tiempo
en la soledad
como el charco
que chapoteaba tu niñez
así
y no de otro modo
recapitular.
©Concha González
viernes, 31 de julio de 2015
martes, 30 de junio de 2015
LA OFICINA Nº 19
Cada día
un punto y aparte
nuevas holguras entre pasillos
inoculando alejamientos
a ras de encuentros.
Punto y aparte.
Ojos prestados al silencio
herencia caída de la mezquindad
tedio, cansancio
asfixia, descaro
taciturnas razones para recalar.
Punto y aparte.
Pasos enredados por el fango y la corteza
en comunión etérea
entre cercanía y ausencia
y, la impresión
la fuerte y firme impresión
de la soledad
del vacío
de la palabra sin descruzar
esa sin razón que nos escapa
cada día
punto
y
aparte.
©Concha González.
domingo, 14 de junio de 2015
KILÓMETRO 0
KILÓMETRO 0
Asumir las sombras
de un destino inexistente
disimular la lástima
entre ahogos de silencios
mientras la espada hiere
su propio filo
y lo invisible
instantes encubiertos
como un absurdo estado
de desocupación
lo invisible
sacudiendo la estabilidad
desnudando la estabilidad
ahogando la estabilidad
y, pasando a ser
después de todo
lo más visible
lo más real.
©Concha González.
martes, 9 de junio de 2015
ANACRONISMOS
La ruta anacrónica
dormita entre ojos ajados
ensayando el paso
de su anacrónico tiempo.
No advierte
(se sabe perdida)
no guía
(se sabe perdida)
no retiene en sus pupilas
ni uno solo de los días
porque
todo pasará ...
todo pasa
y el lenguaje de la vida
se torna hostil y despistado
y no recuerda
si la tregua guareció
su contenida voz
en algún lugar de la mentira
en algún lugar de la esperanza
y la verdad
(hosca y pulcra)
ambiguamente equivocada
y el lenguaje de la vida
muere
entre silencios de palabras.
©Concha González.
miércoles, 20 de mayo de 2015
LA TARDE
LA TARDE
Bella era la tarde.
La palabra limpia.
Tus manos, las mías, el tiempo...
La verdad despistaba a los guardianes
de las horas
y, sonreía.
¿Acaso ya no respira la vida?
¿Cuándo se asfixió entre la prisa?
¿Quién la desprotegió de sí misma?
Cuánta paz
entre montañas de silencios.
¿Será el recuerdo que me alcanza
a pasos lentos?
Cuánta voz
habitando nuestros huecos
cuánta ingrávida
voz
y, la fragilidad de la tarde
bella
nuestra.
©Concha González
domingo, 3 de mayo de 2015
QUIZÁS
Quizás
debería calmar la desesperanza
con el abrazo contenido
de tus ojos.
Quizás
desaprendiendo
a observar al tiempo
distrayendo
los recuerdos,
y despistando
los aromas de tu cuerpo…
se descuelguen los minutos
de sus horas
y permanezcas.
Quizás
pueda vivir sin ti,
quizás …
pero los gestos de tu rostro
deberán ahuecarse
entre mis gestos
y así, de algún modo inexplicable,
caminaré a través
de tus pasos,
porque haré mía
tu persona en mi persona
cada tarde
al despejar las prisas
de las calles.
Quizás pueda vivir sin ti
quizás…
pero jamás
podré olvidarte.
©Concha González.
(A mi madre que se fue el 8 de enero de 2015)
sábado, 2 de mayo de 2015
SERÁ
SERÁ
No he de desdecir al tiempo
de su verdad
nada he de hacer
ante su ara
porque
ya fue así ayer y antes de ayer
y así lo será hoy
y también mañana.
será
como un amago de mentira
sosteniendo el mundo
de los hombres
como un amago de verdad
deteniendo el mundo
de los hombres
y su eternidad
será
luz sombreada
entre días adyacentes
será
certeza despistada esquivando
prisas y tardanzas
será
nuestra
un instante
un instante.
©Concha González.
domingo, 19 de abril de 2015
TU VOZ
Entre fraude
de promesas
hube de despistar
al tiempo
de complacerse
en la demora
de los días raptados
por tu voz
que ya durmió
lo suficiente
sin ser visto
y ahora
hoy
hoy
que enfrenta mi mirada
sin caerla
y
porta la faz
porta la faz
del que lidera
acordé con él
sostenernos
entre sombras de silencios
escondernos
bajo el pretexto de los miedos
despistarnos
mano con mano
mano con mano
entre sueños
despistarnos
antes
de que se complazca
en la demora
de los días raptados
por
tu
voz.
©Concha González
sábado, 28 de marzo de 2015
MIEDO
MIEDO
No hay respiro
para el tocado
por el miedo
porque
este advierte demasiado
demasiadas veces
y te empapa
de miserias y sospechas
de prematuros duelos
entre los muy vivos
entre los muy cuerdos
y te invoca
a la nostalgia de los días sin mentiras
a la improbabilidad
a la mirada fría
al disimulo ...
que como puente levadizo
te alza y te sostiene
demasiadas veces
demasiadas veces
el miedo advierte
de que no hay respiro
ni hálito que arrecie
el valor de los tocados
porque
insisto
advierte demasiado
demasiadas veces
el miedo.
©Concha González.
sábado, 14 de marzo de 2015
Tú con mayúscula.
TÚ CON MAYÚSCULA
Escucha … mujer …
ahora eres tú
la dueña de tus pasos
la que se sucede así misma
desde siempre
la que aporta
la herencia de los tiempos
entre noches y mañanas.
Ahora eres tú
la fisura en el temor
a la tristeza
a la tristeza
la voz
la templanza
la calidez de la raza humana
la que había de partir
hacia sus sueños
sin sufrir los retrasos
de los últimos momentos
la que tenía un baúl
de transiciones
de transiciones
repletos de palabras
y silencios.
y silencios.
Escucha … mujer …
(aunque presumo que
no lo ignoras …)
la lucha ante la vida
la paz ante la muerte
la paz ante la muerte
los miedos que se encaran
a tus pasos
a tus pasos
para tropezar la ofrenda
con la que sueñas a diario
la huella que reclamas
en el tiempo
en el tiempo
en dación a la promesa
de tu vientre
de tu vientre
y a lo intenso
de tu abrazo.
de tu abrazo.
Escucha … mujer …
pues ahora
eres tú
eres tú
siempre has sido
y serás
y serás
TÚ.
sábado, 7 de febrero de 2015
reto
reto
enfréntame
aun sabiendo de lo amargo
de tu hálito
y de lo extenso
de tu voz
rózame
que todavía
me doliste a medias
en ese golpe seco
que se encajó
en mi alma
en mi voz
en mi calma
como rematando el puzzle
de la vida
pues no supe bien
de lo que hablabas
hasta hoy
que ya te luzco
desde entonces
mírame
mírame a los ojos
si te atreves
si tienes tiempo de mirar
entre silencios y gemidos
que entregué mi luz
y mi destello
para no vivir muriendo
entre tu noche
sé tú misma
que yo ya soy
quien no quería ser
ahora ya soy
quien nunca quise ser.
©Concha González.
viernes, 23 de enero de 2015
REAPRENDIENDO
el silencio el dolor
la huida el dolor
la ausencia el dolor
el dolor
el abandono el dolor
la traición el dolor
la muerte el dolor
el dolor
la desesperación el dolor
la lucha el dolor
la decepción el dolor
el dolor
por más que lo nombre
por más que lo escriba
por más que lo enfrente
aún me enroca
aún me azota
aún me gana
la batalla.
©Concha González.
domingo, 11 de enero de 2015
EL
SOL DE LA MAÑANA
Parece
llover en el cielo.
Ya
el grillo calmó su cántico
y guareció su cuerpo
del
agua muerta.
Las
memorias anegadas
de
su propia ponzoña,
sucumbieron
en esta ciudad
de
pájaros desalados.
Las
ausencias abrazaron las respuestas
al
tiempo que tarareaban
su
propio réquiem.
Nada
importa, después de todo,
mientras
siempre acaben los días para algunos
y nunca
empiecen para otros.
Nada
importa
mientras
volvamos la mirada
hacia
el lado en el que se cieguen los ojos.
Nada
importa
mientras
haya bocas que pronuncien
la
palabra que no hable por sí misma,
mientras
el rugido del león
paralice
nuestros pasos,
mientras
las manos
tan
solo construyan muros
con
el único fin de proteger fracasos.
Después,
cada mañana exhalará
un abnegado
aroma a tostadas y café,
el
semáforo se habrá vuelto a estropear
en
ese instante,
y el
vuelco al corazón sucumbirá
al
trajín de las mentiras.
Después,
seguiremos perdiendo el tiempo
rápidamente,
tan rápidamente
que
ningún cuerdo pensamiento
alcanzará
siquiera a sugerir la opción
de
inmiscuirse en nuestras vidas,
porque
quizás solamente acuda
a
importunar con sus fatigas.
Nada
importará y lo repito.
Nada
inquietará la rutina
que
nos vive cada día,
que
nos mella a cada instante,
que
mutila rebeldías.
Porque
la boca del tornado
nos
engulló hace tiempo,
ensordeció
el oído del que oía,
y
cegó con su desorientadora vorágine
la
mirada más límpida.
Porque
nos hizo morder el polvo
con
látigos de indeleble tinta.
Porque
golpeó con fuerza
la
dignidad del digno
y
oscureció el sueño del soñador.
Pero
la poesía congelaría su cálido hálito,
si
los versos acallasen su voz
y
dejasen de gritar.
De
gritar al poder, a la usura,
a la infamia, a la codicia,
a la
cobardía, al pasotismo,
a la
ignorancia hipócrita,
a la
mentira…
asexuadas
meretrices de apátrida lujuria
que
buscan el vano halago,
onerosas
recompensas
y un
lugar donde dormir.
De
gritar.
De
gritar sí.
De
gritar no.
De
gritar que se debe,
que
se puede,
que la
sonrisa aún
puede
vestir un rostro
y la
esperanza
pintar
un alma,
y
que siempre es hoy
para
ver salir el sol
de
la mañana.
©Concha González.
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