martes, 31 de julio de 2012



¿SABES?

¿Sabes?
Aferraste a mis recuerdos
la voz, tu niñez narrada
el manto con que el cubriste 
parte de los clandestinos secretos;

tus miedos arrinconados, los futuros añorados
tus pies descalzos, los abrazos cálidos
tu caminar ausente 
los sueños inexpresados 
y los verbalizados 
y los desechados;

tus deseos alimentados
la familiaridad de tus gestos
las palabras desgastadas 
caminando por sus ecos
y quizás  también 
pronunciadas en otro tiempo
del mismo modo... en los mismos silencios.
y cómo no, los besos lentos.

Los besos lentos.

¿Sabes?
Todo esto nada más ni nada menos
lo aferraste a mis recuerdos.

©Concha González.

domingo, 29 de julio de 2012



LA SEQUÍA

Me personé en tus sueños
aquel día.
Intrusismo desmantelador 
de planes de mohínas vidas.
Y en la urdimbre de mis actos
se inició un alevoso empeño
mientras tú,
bajo los murmurios anhelantes 
de tus propios deseos,
pernoctabas despierto
desde hacía un tiempo.


Me entrometí y te privé de ti mismo
de una forma inconsciente,
cayendo en la cuenta
del que nada tiene.


Una lúdica fontana 
de obnubilantes esencias
brotaron de mi alma 
cuando te presintieron mis ojos.
Como brota el apoyo de mujer lactante
ante su recién nacido,
deseo anhelante, calmante de lloros.
Alimento de vida, misterio en sus senos
que arden al fuego de un amor sincero.


Propuse saciar la sed que te aprehendía
la que te evidenciaba impunemente,
la que  asediaba y acechaba
tu incólume cuerpo procazmente.


Comprendo la tortura del sediento
en este mundo donde las lluvias
tiñen los firmamentos
de un índigo agorero,
precursor de iracundos vientos
diseñador de campos yermos.


Comprendo que la sequía
frene al invierno,
atándole los pies que se arrastran
hacia una primavera acallada,
expectante paciente de un verano
que le retorne sus cálidas aguas.

©Concha González.


lunes, 23 de julio de 2012



AMOR

Escucha amor.
A menudo mis lágrimas preguntan por ti
y escriben soluciones nítidas
en tus opacas miradas,
tratan de convencer a las palabras
de como traicionar al tiempo
y castigarle con el silencio.

Sí, amor,
aún tutelas mi aparente calma anclada en la esperanza,
mis sueños, emociones, añoranzas.
Aún castigas con tu ausencia
mis minutos, mis horas, mis días,
mi sonrisa camuflada de tristezas lánguidas
y de soledades avaras.

¿Sabes amor,
que sin tu voz
el sonido es silencio,
que los susurros 
claudican de ser cómplices de los vientos
y se ahogan en lo más profundo del desespero?

Amor,
las caricias con que obsequiaste a esta piel
(ahora adicta)
llevaban mi nombre impreso, indeleble,
por siempre...

Escucha amor,
aunque ya no escuches,
aunque estés ausente
aunque lo efímero de la existencia
ya no te otorgue espacio
donde asir tus manos, tus miedos y abrazos.

Escucha amor,
ahora,
en este mismo instante,
en este mismo momento eterno.

 ©Concha González

.

sábado, 21 de julio de 2012






ENTRE TODOS


Y de entre todos  los caminos
vericuetos escarpados
surcos serpenteados
angostos espacios de hiel y barros...
entre todos ellos
escogiste el mío
empedrado,  recargado
de hielos de pasados inviernos nevados,
anegado de miedos escarmentados.

Y aún transitas por él
aún no te has desviado
aún no desaparecieron las migas de pan
que fuiste tirando al paso.

Siempre posible
(sereno y cauto)
avanzaste lento
extendiéndome tu mano
para engalanar 
el cuerpo y el alma
para cubrir mis llantos ahogados.

De todos los caminos
escogiste el mío.

Y en la paciencia de tus ojos
tus labios
tus sonrisas
tus abrazos...
allanaste los baches 
que todavía permanecían
mortalmente horadados.


Y los cubriste de sueños
de mañanas cálidas
de futuros inesperados.

©Concha González.


viernes, 13 de julio de 2012




NO SIEMPRE

No siempre pautaste en mi memoria
el sonido de tu hálito inconsciente,
ni candaste mis manos a tu pelo
azaroso de rencontrarse con mis dedos.

No siempre en mis suspiros tímidos
se entrevió la dicha rezumando
ni mi cuerpo acompasando la mentira
entre los dobleces de un tiempo de prestado.

No siempre brindamos con lágrimas ajenas
embriagándonos de conspicuas vidas,
anegando batallas de futuras amarguras
que nos nos pertenecerán, ni nos pertenecían.


No siempre fue.
No siempre ha sido ni será.

Ahora, en este mismo instante,
toco el silencio de tus labios 
con el recuerdo de mis elocuentes pensamientos
y siento como azota el viento mis mejillas
y despierto a mi manera
del iluso sueño en que dormía,
justo a tiempo para ver pasar
el tren de la desdicha.

© Concha González.




domingo, 8 de julio de 2012


EL SENDERO

Huyo por el silencio
más elocuente,
lastrando mi cuerpo y mi alma
con pesadas cadenas de reo.

Huyo hacia una muerte segura.
¡Ya vislumbro sus ojos lánguidos
y palpo sus flácidas carnes putrefactas!

Su obnubilante cántico de sirena,
su inmortal espacio
anclado en la nada
atraen mi pesado cuerpo.
Pero es allí,
donde redimo mis miedos,
los sueños caídos,
los vientos que esculpen mis dedos.
Es allí,
donde permanezco
adujada y silente
usurpando minutos al tiempo...
viendo volar los misterios.

El regreso
deshace mis miedos,
(cautos tormentos)
desprende las piedras
que me adhieren al suelo.
Dejo atrás
un ayer traicionero,
mientras mis ojos te anuncian
por el sendero.

© Concha González.