sábado, 2 de junio de 2012


EL PRINCIPIO


Puede 
que ya fuese así
desde un principio.


Repentinamente
me vi disfrazada 
de ti mismo,
de tus fantasías
de sobrecama bajocuerda,
de tus sueños lúdicos
e insatisfechas quimeras.
Repentinamente,
me vi
en la vorágine
de tus pueriles saltos 
de saltimbanqui de feria
hacia desérticos pozos
(agonizantes perpetuos)
de agua de vida
y de vivos fuegos.
Me vi
esquivando 
en nuestra silente barahúnda
tus palos de ciego,
los cuales sobrevivían amparados
en tu sempiterna inseguridad
y tus miedos a destiempo.


Pero...
puede
que ya fuera así
desde un principio.


©Concha González

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